Las empresas inmobiliarias están ofreciendo cada vez más software de energía de IA para ayudar a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero de las construcciones.
La inteligencia artificial (IA) está empezando a ayudar a que los edificios sean más ecológicos.
El hecho de mantener nuestros edificios en funcionamiento contribuyó a un 26% aproximadamente de emisiones globales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía en 2022, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía. Para que el mundo llegue a las cero emisiones netas de carbono para 2050, la agencia dice que la energía que consumen estos edificios por metro cuadrado tiene que bajar cerca de un 35% para 2030.
Las empresas de construcción y los promotores inmobiliarios han buscado un consumo más eficiente de la energía en los edificios durante las últimas dos décadas. Las certificaciones LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) se otorgan a edificios que cumplen los estándares que conservan energía, agua, residuos y otros objetivos medioambientales.
Los gobiernos también están introduciendo códigos de energía cada vez más estrictos para espacios comerciales. Aun así, más del 80% de los edificios no tiene sistemas inteligentes para manejar en forma eficiente su consumo de energía.
JLL, que administra miles de millones de metros cuadrados de bienes raíces comerciales en todo el mundo, ha estado haciendo una serie de inversiones para llevar sistemas de IA a las empresas que buscan reducir sus emisiones. El argumento empresarial: los edificios amigables con el medio ambiente cobran arriendos más altos y están en el mercado durante menos tiempo. JLL dice que espera que el 56% de las organizaciones pague una prima por espacios sostenibles para 2025.
“Queremos lograr que todos los edificios sean tan inteligentes como sea posible”, manifestó Ramya Ravichandar, vicepresidente de plataformas de tecnología, edificios inteligentes y sostenibles de JLL Technologies. “Si no puede medir lo que importa, no puede hacer el cambio”.
Entre las empresas en que ha invertido JLL están Turntide, una compañía con sede en Sunnyvale, California, que instala motores eléctricos conectados a pequeñas computadoras que aprenden de patrones para controlar con mayor precisión la calefacción y enfriamiento, y Envio Systems, una compañía con sede en Berlín que desarrolla sensores para hacer un seguimiento del uso, ocupación y otros factores de un edificio con el fin de ajustar la iluminación, el enfriamiento y actividades similares relacionadas con la energía.
“¿Necesito mantener las luces encendidas? ¿Necesito apagar el aire acondicionado en el tercer piso porque toda la compañía está trabajando desde casa esta semana?”, dijo Ravichandar. “Si tiene un sistema, es implacable y está constantemente procesando esta información”.
Los sistemas de IA para edificios en general aprenden de patrones históricos y de los hábitos diarios de los ocupantes para predecir y encender y apagar cosas. Por ejemplo, el software y el hardware que manejan automáticamente las luces, la calefacción y enfriamiento pueden ayudar a los edificios a reducir un 20% o más de su consumo anual de energía.
Sin embargo, sigue habiendo obstáculos para instalar más sistemas de IA, entre ellos recopilar datos de una amplia gama de fuentes en los edificios, como los sensores, los que a menudo no están interconectados lo suficiente. “Reacondicionar los edificios existentes con esos sensores e infraestructura, como también garantizar una calidad consistente de los datos, puede requerir un uso intensivo de recursos”, precisó Ravichandar.
La IA tiene un gran potencial para reducir las emisiones de los edificios, pero solo es tan buena como los datos de los cuales aprende. Solo entre el 10% y el 15% de los edificios tiene el equipo o sistemas instalados para recopilar los datos que se necesitan para respaldar la IA, indicó Thomas Kiessling, jefe de tecnología de Siemens Smart Infrastructure. “La IA en los edificios funciona si tiene los datos”, precisó. “Datos deficientes significan que no puede hacer ningún tipo de esquema, normas o casos de uso más sofisticados en torno a la IA. Tiene que tener los datos”.
Siemens emplea IA para comparar un edificio con mil similares con el fin de predecir cuáles podrían ser los ahorros de energía después de una modernización con un sistema de manejo de energía inteligente.
“Aun cuando solo sepa la dirección de ese edificio comercial, y tal vez tenga la cuenta de luz, y tal vez tenga alguna información de alto nivel de qué tipo de marca de HVAC (calefacción, ventilación, aire acondicionado) utiliza el edificio, eso es suficiente en estos momentos para reunir un perfil del edificio con respecto a lo que es probable que pueda obtener”, dijo Kiessling.
Por otra parte, los sensores de costo menor, como para la iluminación y enfriamiento de los espacios, pueden ayudar a ahorrar energía a las empresas que no tienen un sistema de manejo sofisticado.
El fondo de US$ 500 millones de la firma de capital de riesgo Fifth Wall está enfocado en la descarbonización de edificios e invierte alrededor de un tercio de su dinero en empresas emergentes con algún tipo de oferta de IA, tanto en software como en hardware, señaló uno de los administradores del fondo, Greg Smithies. Se ha puesto una mayor atención a la utilización de materiales más sostenibles, como concreto y acero fabricados con energía renovable.
Smithies afirma que la IA puede ayudar a identificar en forma más rápida y barata dónde tiene sentido económico mejorar los edificios, llenar permisos que varían entre los países, elaborar maquetas de diseños y proponer la química para materiales sostenibles.
“El mensaje principal, en general, es que no vamos a salvar el planeta con software, y la IA es software”, agregó Smithies. “Pero la IA es una pieza interesante del enigma”. (Traducido del inglés por “El Mercurio”).
DATOS
Solo entre el 10% y el 15% de los edificios tiene el equipo o sistemas instalados para recopilar los datos que se necesitan para respaldar la IA.
El hecho de mantener nuestros edificios en funcionamiento contribuyó a un 26% aproximadamente de emisiones globales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía en 2022, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía. Para que el mundo llegue a las cero emisiones netas de carbono para 2050, la agencia dice que la energía que consumen estos edificios por metro cuadrado tiene que bajar cerca de un 35% para 2030.
Las empresas de construcción y los promotores inmobiliarios han buscado un consumo más eficiente de la energía en los edificios durante las últimas dos décadas. Las certificaciones LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) se otorgan a edificios que cumplen los estándares que conservan energía, agua, residuos y otros objetivos medioambientales.
Los gobiernos también están introduciendo códigos de energía cada vez más estrictos para espacios comerciales. Aun así, más del 80% de los edificios no tiene sistemas inteligentes para manejar en forma eficiente su consumo de energía.
JLL, que administra miles de millones de metros cuadrados de bienes raíces comerciales en todo el mundo, ha estado haciendo una serie de inversiones para llevar sistemas de IA a las empresas que buscan reducir sus emisiones. El argumento empresarial: los edificios amigables con el medio ambiente cobran arriendos más altos y están en el mercado durante menos tiempo. JLL dice que espera que el 56% de las organizaciones pague una prima por espacios sostenibles para 2025.
“Queremos lograr que todos los edificios sean tan inteligentes como sea posible”, manifestó Ramya Ravichandar, vicepresidente de plataformas de tecnología, edificios inteligentes y sostenibles de JLL Technologies. “Si no puede medir lo que importa, no puede hacer el cambio”.
Entre las empresas en que ha invertido JLL están Turntide, una compañía con sede en Sunnyvale, California, que instala motores eléctricos conectados a pequeñas computadoras que aprenden de patrones para controlar con mayor precisión la calefacción y enfriamiento, y Envio Systems, una compañía con sede en Berlín que desarrolla sensores para hacer un seguimiento del uso, ocupación y otros factores de un edificio con el fin de ajustar la iluminación, el enfriamiento y actividades similares relacionadas con la energía.
“¿Necesito mantener las luces encendidas? ¿Necesito apagar el aire acondicionado en el tercer piso porque toda la compañía está trabajando desde casa esta semana?”, dijo Ravichandar. “Si tiene un sistema, es implacable y está constantemente procesando esta información”.
Los sistemas de IA para edificios en general aprenden de patrones históricos y de los hábitos diarios de los ocupantes para predecir y encender y apagar cosas. Por ejemplo, el software y el hardware que manejan automáticamente las luces, la calefacción y enfriamiento pueden ayudar a los edificios a reducir un 20% o más de su consumo anual de energía.
Sin embargo, sigue habiendo obstáculos para instalar más sistemas de IA, entre ellos recopilar datos de una amplia gama de fuentes en los edificios, como los sensores, los que a menudo no están interconectados lo suficiente. “Reacondicionar los edificios existentes con esos sensores e infraestructura, como también garantizar una calidad consistente de los datos, puede requerir un uso intensivo de recursos”, precisó Ravichandar.
La IA tiene un gran potencial para reducir las emisiones de los edificios, pero solo es tan buena como los datos de los cuales aprende. Solo entre el 10% y el 15% de los edificios tiene el equipo o sistemas instalados para recopilar los datos que se necesitan para respaldar la IA, indicó Thomas Kiessling, jefe de tecnología de Siemens Smart Infrastructure. “La IA en los edificios funciona si tiene los datos”, precisó. “Datos deficientes significan que no puede hacer ningún tipo de esquema, normas o casos de uso más sofisticados en torno a la IA. Tiene que tener los datos”.
Siemens emplea IA para comparar un edificio con mil similares con el fin de predecir cuáles podrían ser los ahorros de energía después de una modernización con un sistema de manejo de energía inteligente.
“Aun cuando solo sepa la dirección de ese edificio comercial, y tal vez tenga la cuenta de luz, y tal vez tenga alguna información de alto nivel de qué tipo de marca de HVAC (calefacción, ventilación, aire acondicionado) utiliza el edificio, eso es suficiente en estos momentos para reunir un perfil del edificio con respecto a lo que es probable que pueda obtener”, dijo Kiessling.
Por otra parte, los sensores de costo menor, como para la iluminación y enfriamiento de los espacios, pueden ayudar a ahorrar energía a las empresas que no tienen un sistema de manejo sofisticado.
El fondo de US$ 500 millones de la firma de capital de riesgo Fifth Wall está enfocado en la descarbonización de edificios e invierte alrededor de un tercio de su dinero en empresas emergentes con algún tipo de oferta de IA, tanto en software como en hardware, señaló uno de los administradores del fondo, Greg Smithies. Se ha puesto una mayor atención a la utilización de materiales más sostenibles, como concreto y acero fabricados con energía renovable.
Smithies afirma que la IA puede ayudar a identificar en forma más rápida y barata dónde tiene sentido económico mejorar los edificios, llenar permisos que varían entre los países, elaborar maquetas de diseños y proponer la química para materiales sostenibles.
“El mensaje principal, en general, es que no vamos a salvar el planeta con software, y la IA es software”, agregó Smithies. “Pero la IA es una pieza interesante del enigma”. (Traducido del inglés por “El Mercurio”).
DATOS
Solo entre el 10% y el 15% de los edificios tiene el equipo o sistemas instalados para recopilar los datos que se necesitan para respaldar la IA.
Fuente: Nexnews