El módulo armado contiene todas las partes que tendría una estructura tradicional, lo que incluye piezas sanitarias y de electricidad, explica Sebastián Miranda, docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Del Desarrollo (UDD).Y añade que al tratarse de una edificación que se trabaja a partir de módulos, una de sus ventajas es que puede ser desmontable.
En estas construcciones los edificios se crean mediante la combinación de módulos completos y autónomos, añade Pablo Parra, PhD y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI).’Estos pueden ser habitaciones, unidades o secciones completas, que se desarrollan en fábricas y luego se transportan al sitio de construcción para su ensamblaje’, detalla.
La diferencia con otras construcciones prefabricadas es que, aunque implica la fabricación de sus componentes antes de su transporte al sitio de edificación, todas las partes llegan como una pieza completa, mientras que en otros modelos de prefabricación el techo, las paredes y los pisos se ensamblan individualmente en el edificio final, explica Parra.
Ventajas y demanda
Marcos Brito, gerente de Construye2025 y director del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), señala que una de las ventajas de los módulos es su grado de terminación, junto al menor tiempo desde el arribo hasta su entrega.
Parra subraya que las empresas hoy suelen preferir este tipo de construcciones para oficinas, debida a la ‘rapidez de construcción, la calidad constante y la capacidad de personalización’.
Como se pueden desmontar, están siendo bien cotizadas en la industria minera, dice Brito, donde es usual el montaje de grandes hoteles en las faenas, que ‘son trasladados a otras etapas de la mina posteriormente’.
Miranda coincide en que en en Chile la construcción modular es utilizada principalmente en la minería para instalar campamentos. Sin embargo, gracias a sus ventajas de flexibilidad de diseño y movilidad, hoy son diversos los sectores que recurren a este modelo. Parra dice que se ve, por ejemplo, en el rubro de la salud, en la industria hotelera y también en la inmobiliaria.
Y es que el nivel de infraestructura modular que se puede crear es muy amplio.’Solo depende de la imaginación’, afirma Gabriel González, gerente general de Container World, quien destaca que se pueden generar proyectos desde los 18 hasta los 230 metros cuadrados.
Un ejemplo de construcción de gran magnitud con este modelo es el estadio 974, armado a partir de 974 contenedores para el pasado mundial de fútbol de Qatar, con una capacidad para poco más de 44 mil espectadores.
A partir de experiencias exitosas como esa, el académico de la UAI visualiza que la adopción de este tipo de construcción aumentará en el futuro debido ‘a sus ventajas en términos de eficiencia, sostenibilidad y calidad’.
En ese sentido, Miranda añade que su masificación podría llevar a la optimización de procesos de fabricación, avances en diseño modular, integración de tecnologías como la construcción 3D y ‘una mayor aceptación por parte de los reguladores y la sociedad en general’.