Pero la iniciativa no sólo implicará la creación de ese nuevo vehículo, sino que también un cambio en el gobierno corporativo de la actual Gerencia de Inversiones Financieras (GIF) de Corfo hacia una nueva entidad denominada Afide, siglas que significan Agencia de Financiamiento e Inversión para el Desarrollo S.A., iniciativa que viene a reemplazar al Banco Nacional de Desarrollo que se había pensado inicialmente en el programa de gobierno, y que va a tener como accionistas a Corfo y al Fisco, aunque aún no está definida la participación en el capital accionario.
Alejandro Puente, coordinador de Mercado de Capitales del Ministerio de Hacienda, cuenta que «se inició hace varios meses un grupo de trabajo que lo lideró el Ministerio de Economía, pero donde participamos nosotros, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y algunas personalidades como la consejera del Banco Central, Stephany Griffith-Jones. Ese grupo de trabajo estuvo revisando la institucionalidad y arquitectura del financiamiento para el desarrollo. Y de esas discusiones surge esta idea de crear Afide, que más que una nueva institución de banca del desarrollo, es tomar lo que se tiene y mejorar su estructura».
Puente aborda la críticas que ha recibido el proyecto, respondiendo que este apunta «a mejorar la institucionalidad que hay de financiamiento para el desarrollo productivo y para la inclusión financiera», para «poder financiar empresas en fases iniciales, con mucho contenido tecnológico pero también de mucho riesgo porque son innovadoras (las llamadas startups), pero que precisamente por su falta de historia y de trayectoria, y desconocimiento del sistema financiero respecto de su capacidad de pago, simplemente no tienen acceso al financiamiento».
En esa línea, sostiene que Afide recoge lo que «se viene haciendo hace rato a través de distintos programas de Corfo que apuntan a distintas etapas de desarrollo de las empresas. No estamos creando una institución nueva con un costo fiscal y con recursos fiscales para su operación. Cuando se plantean estos cuestionamientos, primero se dice que hay mejores alternativas de uso de esos recursos, pero no se dice que eso existe, y que de hecho se han hecho préstamos por parte de Corfo por más de US$1.000 millones a 50 fondos de inversión, que han ido a aproximadamente 500 empresas. Es decir, esta es una cosa que tiene rato funcionando».
Además, Puente agrega que actualmente el gobierno corporativo de Corfo está conformado por el vicepresidente ejecutivo de la entidad, más el ministro de Hacienda y el ministro de Economía, «es decir, un gobierno corporativo esencialmente político y no necesariamente experto en la materia. Y la verdad es que las instituciones de financiamiento para el desarrollo que existen tienen gobiernos corporativos que son mucho más profesionales y, al mismo tiempo, alejados del ciclo político».
Al respecto, comenta que la iniciativa contemplará que Afide sea una sociedad anónima regida por la Ley de Sociedades Anónimas, y que si bien en estos organismos «siempre hay riesgo de captura, así como en las empresas también existe el riesgo de captura de intereses privados, lo importante es que la normativa minimice esos riesgos. ¿Cómo se hace? Poniendo exigencias sobre la idoneidad de las personas que tienen que cumplir esta función, y resguardos en términos de los intereses que pueden tener estos individuos. Este mismo tipo de definiciones lo tenemos en Codelco, Metro, BancoEstado. Esto funciona bien en la medida que esos resguardos se definan bien».
Además, adelanta que «dentro de Afide se busca incluir este fondo de fondos, que va un poco más allá de lo que hace actualmente Corfo, que es básicamente financiar con fondos de inversión. Pero este fondo de fondos, al ser Corfo un aportante de los fondos, implicará el involucramiento en la propiedad de algunos de estos fondos, y en consecuencia, de estos emprendimientos, es decir, es un nivel de riesgo no solamente financiero, en términos de que eventualmente no te pueden pagar los aportes, sino que además se involucra en la operación de estos fondos como aportante y eventualmente en lo que se invierte. La ventaja, si bien es cierto que se corre un riesgo, está en las potenciales rentabilidades de estos emprendimientos que pueden terminar siendo ingresos para Afide, y por esa vía también para las arcas fiscales».
Respecto de los plazos para presentar la iniciativa, Puente afirma que aún «está en diseño. De hecho, todavía se está trabajando en temas de regulación y supervisión que no están totalmente aterrizados. Es decir, hay algunos aspectos que están desarrollados, como lo relacionado al gobierno corporativo: se quiere que sea un equipo más profesional y, en consecuencia, habrá que seleccionar a los integrantes del directorio a través de Alta Dirección Pública, muy parecido a lo que tenemos en la CMF o el Banco Central, con cinco directores, uno nombrado por el presidente y el resto nombrados por Alta Dirección Pública. Hay un diseño para que tenga una buena estructura profesional».
Puente también señala que «hay otros principios que es importante destacar, por ejemplo, que sea autofinanciado. Uno de los cuestionamientos que existe con respecto a Corfo es que su financiamiento es presupuestario, es decir, está dentro del Presupuesto de la Nación y, en consecuencia, el cumplir su función de financiar el desarrollo productivo está muy supeditado a la situación presupuestaria de la nación».
Por ello, apunta a que eso impide a Corfo «captar recursos de organismos multilaterales o de las AFP si eventualmente se permitiera», por lo que al sacarlo de dicho Presupuesto se podría acceder a financiamiento de organismos multilaterales, por ejemplo. En esa línea, detalla que habrá un capital inicial que le entregará el Estado, para que en el largo plazo se pueda autofinanciar mediante las inversiones que realice.
«La idea es que esto también esté supervisado por la CMF, y por supuesto, se va a definir una normativa en términos de la regulación y de la supervisión que se tiene que cumplir, y generalmente son resguardos para precisamente evitar los efectos que puede tener una excesiva concentración en determinada empresa o por la razón por la cual habitualmente existen regulaciones de este tipo», agrega el coordinador de Mercado de Capitales de Hacienda.