A diferencia de los bancos, estas fintech prestan fondos de sus inversionistas y no de sus clientes, por lo que tienen márgenes de riesgos más amplios.
‘Emprender en Chile es cada vez más difícil, más si has fracasado en un negocio antes y tienes la osadía de reintentarlo’, asegura María Elba Chahuán, vicepresidenta de la Unión Emprendedora. La dirigenta resume todas las dificultades y penurias que debe pasar ‘quien se atreve a concretar su sueño’: en una palabra, financiamiento.
‘Conseguir el capital inicial o que te permita crecer es cada vez más difícil’, afirma. Esto coincide con los resultados de la encuesta sobre Créditos Bancarios del segundo trimestre de 2023, del Banco Central, según la cual un 36% de las entidades bancarias ‘reportó estándares de otorgamiento más exigentes para las pymes’.
En este escenario ‘muy complicado para los emprendedores y la economía en general’ —insiste Chahuán—, surge en las fintech, específicamente las de servicios financieros, una opción de financiamiento para el sector: el fast banking.
Créditos para partir
Este concepto reúne todos los beneficios que las fintech pregonan, como democratizar el acceso al capital de manera ágil y tecnologizada, pero en este caso ‘dirigido al mundo pyme, alzándose como una opción para conseguir financiamiento con créditos, principalmente de bajo monto, para echar andar el negocio’, explica Hugo Moraga, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción.
Estas fintech de servicios financieros se presentan ante quienes buscan capital como una alternativa ágil y accesible en comparación a los canales financieros tradicionales, tanto en lo que respecta a tramitar como a concretar el financiamiento.
‘Además tienen rangos de riesgo crediticios más amplios, ya que el dinero que prestan es capital propio, no de los ahorrantes o clientes, como ocurre en los bancos. Por eso hay casos que un banco no aprueba a alguien y sí una institución fintech’, detalla Esteban Olivares, profesor adjunto de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile.
El académico destaca que el fast banking es de gran apoyo para el desarrollo de los emprendedores; pero, como en toda operación en la que se presta dinero, ‘hay que estar atento y conocer las condiciones, que están normadas por la CMF. Generalmente, se hace a través de líneas de crédito donde las facturas futuras del emprendedor quedan como garantía, una especie de leasing al revés, ya que se pasa el dinero antes de concretar el negocio’, explica.
María Elba Chahuán resalta que se abran nuevas opciones para que ‘los emprendedores podamos obtener liquidez de manera rápida y normada’, en especial, ‘para los que buscan el primer capital, que es el más difícil de conseguir’.
‘Conseguir el capital inicial o que te permita crecer es cada vez más difícil’, afirma. Esto coincide con los resultados de la encuesta sobre Créditos Bancarios del segundo trimestre de 2023, del Banco Central, según la cual un 36% de las entidades bancarias ‘reportó estándares de otorgamiento más exigentes para las pymes’.
En este escenario ‘muy complicado para los emprendedores y la economía en general’ —insiste Chahuán—, surge en las fintech, específicamente las de servicios financieros, una opción de financiamiento para el sector: el fast banking.
Créditos para partir
Este concepto reúne todos los beneficios que las fintech pregonan, como democratizar el acceso al capital de manera ágil y tecnologizada, pero en este caso ‘dirigido al mundo pyme, alzándose como una opción para conseguir financiamiento con créditos, principalmente de bajo monto, para echar andar el negocio’, explica Hugo Moraga, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción.
Estas fintech de servicios financieros se presentan ante quienes buscan capital como una alternativa ágil y accesible en comparación a los canales financieros tradicionales, tanto en lo que respecta a tramitar como a concretar el financiamiento.
‘Además tienen rangos de riesgo crediticios más amplios, ya que el dinero que prestan es capital propio, no de los ahorrantes o clientes, como ocurre en los bancos. Por eso hay casos que un banco no aprueba a alguien y sí una institución fintech’, detalla Esteban Olivares, profesor adjunto de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile.
El académico destaca que el fast banking es de gran apoyo para el desarrollo de los emprendedores; pero, como en toda operación en la que se presta dinero, ‘hay que estar atento y conocer las condiciones, que están normadas por la CMF. Generalmente, se hace a través de líneas de crédito donde las facturas futuras del emprendedor quedan como garantía, una especie de leasing al revés, ya que se pasa el dinero antes de concretar el negocio’, explica.
María Elba Chahuán resalta que se abran nuevas opciones para que ‘los emprendedores podamos obtener liquidez de manera rápida y normada’, en especial, ‘para los que buscan el primer capital, que es el más difícil de conseguir’.
Fuente: Nexnews