Ese mismo año, la firma facturó US$ 600 mil y estableció sus primeras operaciones en Perú, contratando personal y lanzando con fuerza su software. Los números eran increíbles, según su fundador, José Miguel Oyarzo. De febrero a abril, cerraron 70 edificios, todo iba bien.
Fue en el cuarto mes del año cuando empezaron los problemas. «Nos pegamos un parón, se cayeron varios y otros los pusieron en espera hasta que hagamos mejoras», dice Oyarzo. «Nos dimos cuenta, por el. feedback de los clientes, que al producto le faltaba un poco para el mercado», agrega.
Uno de los problemas fue que veían como competencia directa a la empresa peruana Vecinos 360, y trataron de alinearse con ese producto, «pero no le achuntamos», dice el emprendedor. La competencia real era otra empresa llamada Edificia.
«Tuvimos que sufrir un par de meses, implementando muy rápidamente todas esas cosas que nos pedía el mercado», confiesa Oyarzo. Y ejemplifica con los gastos comunes, «en Chile, cuando uno recibe el gasto común, muchos edificios te cobran el consumo de agua caliente con las medidas de la caldera. En Perú, el mercado es tan desconfiado que te piden la foto del medidor. Cuando el cliente ya estaba listo para usar Edipro, tenía 40 edificios cargados y los residentes estaban descargando la aplicación y nos dijeron ‘oye, pero ¿dónde se sube la foto?’¿Qué foto?’ contestamos nosotros».
Pusieron toda la capacidad de las cerca de 35 personas que trabajan en la startup a desarrollar esos ajustes, y en dos meses lograron volver a crecer. Actualmente tienen 100 edificios en el país vecino y esperan facturar cerca de US$ 1,3 millones con toda la operación. El próximo año apuntan a ser los líderes en ese mercado.
Oyarzo comenta que su mayor competidor es Excel, donde aún una gran cantidad de edificios hacen el cálculo de los gastos comunes. SOLAMENTE EL 25% DEL MERCADO ESTÁ DIGITALIZADO Y ELLOS TIENEN EL 20% DE ESE MERCADO; EL RESTO, MAYORITARIAMENTE, SON CLIENTES DE COMUNIDAD FELIZ.
Paralelamente a la incursión en Perú, los fundadores de Edipro participaron en el programa de aceleración Discovery-A, de Invexor y el centro de innovación UC Anacleto Angelini. Fueron pasando etapas, hasta ser seleccionados para el Demo Day de éste. A principios de año cerraron una ronda de US$ 750 mil liderada por Invexor, la que fue recién desembolsada hace unas semanas, tras los trámites correspondientes con Corfo.